Enología: La poda y la Luna

LA PODA DE LA VIÑA
La poda de la viña se hace en diferentes momentos en cada comarca de la isla. Así, en algunos lugares como Güímar o Icod, los agricultores prefieren podar en la fase lunar de cuarto creciente, mientras que en la zona de Tacoronte – Acentejo es tradición podar en el menguante de febrero.
Esta costumbre de podar en unas fechas fijas no siempre es beneficiosa. Algunos años de inviernos suaves la viña ya se encuentra brotada en febrero, y no parece lógico aplazar la poda esperando que llegue la fase lunar tradicional. Durante tres años se han realizado ensayos de poda en una finca situada en El Sauzal, a una altitud de450 metros, en viñas listán negro conducidas en espaldera. Se ha comprobado el efecto de podar en tres fechas distintas: menguante de enero, menguante de febrero y menguante de marzo.
En cada uno de los casos se ha controlado la evolución de la viña, se ha pesado la producción, contando y midiendo los racimos, y se ha controlado la evolución de la maduración mediante análisis semanales de uva.

CONCLUSIONES
De los datos obtenidos podemos sacar las siguientes conclusiones: • La poda tardía, en marzo, no es recomendable por ser más irregular la producción
• Se puede podar desde enero hasta finales de febrero sin que haya mucha diferencia en cuanto a kilos de uva producidos
• La poda más temprana, en enero, produce una brotación y un desarrollo de la viña más
temprano. Como consecuencia se produce un adelanto de la maduración que oscila entre 2 y 3 semanas. Esto podría ser especialmente ventajoso en zonas con riesgos de lluvias a última hora, que pueden provocar pudriciones en los racimos. • Los racimos obtenidos con una poda temprana, en enero, presentan en general mayor calidad para la producción de vinos, con racimos más sueltos y de granos más pequeños.

LUNA CRECIENTE .En general la fuerza vital o el vigor de las plantas aumenta con la luz lunar. En esta fase las plantas poseen más resistencia frente a plagas y enfermedades. Lo que se recolecte estará libre de patógenos y tendrá una mayor cantidad de savia..
Las operaciones en árboles frutales provocan un mayor desarrollo vegetativo (la producción frutal se verá mermada). Cuando la tierra es de mala calidad y las plantas no crecen bien hay que realizar podas en años alternos con luna creciente para aumentar su vigor.
En viñas con madera vieja se poda cada tres años en cuarto creciente para que resurja la vegetación y la planta se rejuvenezca.
Las semillas y las plántulas que son afectadas por la luz de la Luna en la primera etapa de su vida, brotan con rapidez desarrollando una mayor cantidad de hojas y flores Cuando el suelo es pobre y difícil de regar para los cereales y la vid, lo mejor es sembrar en cuarto creciente.
LUNA MENGUANTE: Las labores en el terreno se realizarán en Luna llena para obtener un suelo mullido, suelto y que retenga el agua.
Para retrasar el desarrollo vegetativo a favor de una mayor cantidad de frutos las tareas se hacen en Luna llena o cuarto menguante. Si son frutales de rendimiento a largo plazo interesa estimular el inicio de la producción por lo que es mejor plantar y podar en menguante. Esta es la mejor fase para obtener y aplicar injertos; el crecimiento es escaso, las yemas detienen su desarrollo y se favorece la unión del injerto.
En menguante se lleva a cabo la vendimia: el vino resultante es mejor y más duradero y la uva de mesa es más dulce.
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De foro de enología

Por Marie Mones